viernes, 20 de diciembre de 2013

La brújula y el reloj


La imagen de un reloj de arena que se agota pone rostro al preámbulo del medio milenio de nuestra villa, como si 500 años hubieran pasado como indetenibles granitos, aunque el trayecto de Santa María del Puerto del Príncipe a Camagüey ha sido largo y azaroso.

Convocatorias rezagadas para los artistas ponen en duda un proyecto de festividad pensado con antelación. Una programación de cientos de actividades amenaza con agotar el aniversario la primera semana de febrero. El ajetreo constructivo devuelve el recuerdo del polvo y el fango que por mucho tiempo señorearon aquí. Y tanto esfuerzo para alistar calles y edificios parece bifurcar la esencia de la gran celebración.