Ando
como la embarazada primeriza que sueña el hijo y es feliz, aunque no
por ello deje de temerlo. Una criatura de alma escrita cobra cuerpo y
pronto tendrá rostro. Su rápido paso de semilla a fruto me desborda
la alegría en medio del asombro. Mi libro bisoño ha empezado a
nacer.
El ejercicio periodístico, tan necesario, tan útil, me había condicionado al gusto del diario. Escribir de prisa, lo cual no significa redactar a la ligera, acostumbra a la nota corta o la cuartilla frugal en algunos casos, debido a la constante pugna con el breve espacio para decir hoy, no pasado mañana.