miércoles, 1 de julio de 2015

Gorrión Desgreñado y...


El libro no era para mí, aunque habría de leerlo por las dos. No me imaginaba a mis treinta volando la aventura de un pajarillo con miedos que sale al encuentro de su ciudad. Pero Alma estaba acabada de salir del “cascarón”, y quería explorar sus respuestas ante esa lectura. Entonces comenzó nuestro paseo de la mano de Niurki Pérez, la autora del mapa de afectos por Camagüey, titulado Gorrión Desgreñado y el viejo alfarero (Ediciones El Lugareño, 2013).
 
El volumen marca la convicción profunda de la entrega mutua. En él van condensadas preocupaciones en torno al patrimonio, y despunta la urgencia de enseñar a nuestros niños a mirar e interpretar la ciudad. La historia del anciano y el ave, tejida con tanto cariño, trasluce la travesura de Niurki junto a su hija. Ambas trazan rutas de encantamiento para apreciar de corazón a Camagüey.
 
Gorrión Desgreñado… es una delicia además porque resulta un arcoíris. Las hojas policromadas funcionan como estupendo texto visual, por los dibujos de la propia autora. En unas páginas aparecen autónomos, en otras, superpuestos a fotografías de espacios e hitos constructivos como la Casa Natal de El Mayor, el Parque Agramonte, iglesias, calles, plazas, el Casino y el zoológico.
 
El libro nació para ser regalo. Con este surgió la Colección Futuro, del sello El Lugareño, perteneciente a la Oficina del Historiador de la Ciudad. Esa institución donó ejemplares a las escuelas primarias del centro histórico, a centros de información como la Biblioteca Provincial; lo obsequió durante la Feria, lo entregó como premio de concursos el verano pasado. Se agotó aunque nunca se vendió, mas es posible encontrarlo.
 
Entre muchas virtudes destaca la utilidad de Gorrión Desgreñado…, un libro interactivo, para divertirnos en el tiempo de solaz, para hacer jugar a padres e hijos. Por eso para cuando Alma crezca reservo la tabla que esconde nombres de calles, la adivinanza, el laberinto y el juego de barajas para inventar historias. Hasta ahora ha sido hermoso verla escucharme, luego atender los gorriones que aterrizan en el patio, y observarlos con mágico asombro cuando alzan el vuelo. Tenemos todo el tiempo para la moraleja de Niurki, de aprender a conocer el mundo desde el lugar donde vivimos, el lugar más importante.

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